Fenómenos naturales, como la lluvia o el viento, se convierten
en desastre natural cuando superan un límite de normalidad , medido
generalmente a través de un parámetro. Éste varía dependiendo del tipo de
fenómeno (escala de Richter para movimientos sísmicos, escala Saphir-Simpson
para huracanes, etc.).
Los efectos de un desastre natural pueden
amplificarse debido a una mala planificación de asentamientos humanos, falta de
medidas de seguridad, planes de emergencia y sistemas de alerta temprana, entre
otros, por lo que a veces la frontera entre los desastres naturales y los
desastres provocados por el hombre se torna un poco difusa.
Amén de la capacidad institucional para
reducir el riesgo colectivo de desastres, éstos pueden desencadenar otros
eventos que reducirán la posibilidad de sobrevivir a éste debido a carencias en
la planificación y en las medidas de seguridad. Un ejemplo clásico son los
terremotos, que derrumban edificios y casas, dejando atrapadas a personas entre
los escombros y rompiendo tuberías de gas que pueden incendiarse y quemar a los
heridos bajo las ruinas.
La actividad humana en áreas con alta
probabilidad de desastres naturales se conoce como de alto riesgo. Zonas de alto
riesgo sin instrumentación ni medidas apropiadas para responder al desastre
natural o reducir sus efectos negativos se conocen como de zonas de alta
vulnerabilidad).
Los desastres naturales ya son un comportamiento de la naturaleza del planeta.. lo único como habitantes es que deberíamos estar preparados para el momento por intermedio de nuestra construcción y educación...
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